4 GRANDES diferencias entre el desierto y la Tierra Prometida
Muchas veces no podemos entender lo que nos está pasando. Esperamos que Dios haga cosas, y es que, ¡muchas veces Dios está esperando por nosotros!
¿Cómo es entonces?
¡Una cosa es vivir en el desierto, y otra, vivir en la Tierra Prometida!
¡La tierra prometida es vivir en la promesa que Dios te ha dado!
¿Cuál es la GRAN diferencia?
¡Dios siempre quiso que, ¡el pueblo de Israel viviera en la tierra prometida!
¡La promesa fue la tierra prometida, no el desierto!
4 GRANDES diferencias entre el desierto y la Tierra Prometida:
1. No es lo mismo vivir en el proceso de espera a una promesa que el cumplimiento de ella.
“6 Yo soy el Señor; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8 Y os meteré en la tierra… y os la daré por heredad”.
Éxodo 6:6,8
2. En el desierto no tenían que hacer nada, solo esperar a que llegara la provisión PERO, en la Tierra Prometida, la provisión era fruto de su trabajo.
“Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gal. 6:7
3. En el desierto todos recibían lo mismo PERO, en la Tierra Prometida la cosecha la determina el sembrador.
La cosecha dependía de la cantidad de siembra.
“El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. 2Co 9:6
4. La tierra Prometida la tenemos que conquistar para que sea nuestra.
Tenemos que pelear y vencer a los gigantes, aunque Dios nos ayuda a alcanzar la victoria.
“El Señor hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos”. Deu. 28:7
“Pelea la buena batalla de la fe” 1Tim. 6:12
¡Cuando conquistamos la tierra, viviremos del fruto de ella!
Conclusión: Dios te ha dado promesas para que vivas en ellas, tendrás que luchar para conquistarlas, pero serán tuyas, ¡y comerás del fruto de tu tierra!
Con cariño,
Candy de Maa