¡No tengas vergüenza de pedir ayuda!
¡No tengas vergüenza de pedir ayuda!
¿Por qué estamos dispuestos a buscar ayuda en cualquier cosa y no tanto para asuntos emocionales y mentales?
Para muchos les puede parecer que dan la apariencia de estar mal, que tienen problemas; cuando quieren mantener buena apariencia. Lo ven como debilidad, porque piensan que los que necesitan ayuda son los que están muy mal. Pero, en cambio, cuando nos duele algo en el cuerpo, aunque sea pequeño, pedimos ayuda, consejo y lo resolvemos.
“para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación”
2 cor.1:4
“exhortaos los unos a los otros” Heb. 3.13
¿Por qué se busca menos ayuda con los asuntos del alma?
En general, cuando es una condición emocional, relacional o mental hay quien les da vergüenza, piensan que es algo privado, y por eso, mucha gente nunca busca ayuda y lo que se podía arreglar, se termina por quebrar. Cuando quizás, ¡la solución era un simple consejo o un cambio de manera de ver las cosas!
“transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” Rom.12:2
¡Muchas veces la solución es solo aprender a manejar la situación!
En mis sesiones privadas con las personas, veo que cuando aprenden a manejar los pensamientos, emociones, relaciones y situaciones les hace sentirse bien de ellos mismos, se levanta su identidad y autoestima, se sienten empoderados y con esperanza para trabajar en generar el cambio.
¡Nos sentimos empoderados cuando sentimos que podemos manejar los desafíos!
No tengas temor de pedir ayuda emocional o mental, ¡es parte de quién eres! En realidad, tu mente afecta tus sentimientos, lo que hablas y lo que haces. Cuando cambias tu mente, cambias tu vida y tu futuro.
Además, ¿sabes que el enemigo quiere engañarte atacando tu identidad por lo que estás pasando? Cuando en realidad, ¡es tu identidad en Dios lo que te ayudará a conquistarlo!
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”
1Jn. 4:18
Das poder a lo que te enfocas, lo engrandeces cuando te dedicas a ello.
¡No empoderes el temor, sino la solución!
¡Enfócate en la solución y trabaja para que se manifieste!
Con cariño,
Candy de Maa